Nivelación y creciente concentración de la violencia
La paz en México mejoró en un 3.5% en 2020, marcando un cambio después de cuatro años de deterioros sucesivos. Si bien muchas de estas mejoras se produjeron en parte como resultado de la interrupción de las actividades ilegales causadas por la pandemia de COVID-19, también surgieron en el contexto de cambios a más largo plazo en los patrones de violencia en el país. Luego de que México registrara grandes deterioros en la paz entre 2015 y 2018, las tasas de deterioro comenzaron a desacelerarse considerablemente en 2019. Las mejoras registradas en 2020 son significativas ya que indican una nueva tendencia.
Esta nueva tendencia ha sido impulsada por la creciente concentración de violencia en estados específicos. La concentración de la violencia ha ocurrido principalmente en áreas disputadas por varias organizaciones criminales, quienes han luchado por control de territorio para el narcotráfico y otras actividades delictivas lucrativas. En particular, estas contiendas violentas se han llevado a cabo en estados con pasos fronterizos como Baja California, estados con importantes puertos marítimos como Colima, estados con lucrativas oportunidades para el robo de combustible como Guanajuato, y estados con corredores estratégicos para el movimiento de drogas como Zacatecas.
Las tasas de homicidios en estos estados y a lo largo del país son el indicador principal para determinar los niveles de paz. Como se ve en la siguiente gráfica, entre 2016 y 2018 la gran mayoría de los 32 estados de México experimentaron incrementos en sus tasas de homicidio cada año, pero en 2019 solo la mitad los tuvo, y en 2020 menos de un tercio experimentó aumento en sus tasas de homicidio.
La concentración de la violencia no ocurre solamente en estados enteros, sino también dentro de los mismos, con ciertas zonas siendo focos de violencia. Por ejemplo, en cinco de los estados más violentos del país se ubican las cinco ciudades más violentas del mundo. La ciudad más violenta, Tijuana, se ubica en Baja California, el estado menos pacífico de México, y registró una tasa de homicidios de 134 muertes por cada 100,000 habitantes en 2019, más de 20 veces el promedio mundial.
Comparando las tendencias estatales con las tasas de homicidio a nivel nacional entre 2015 y 2020, se observa que los estados que siguen en su trayectoria de empeoramiento son los que contribuyen al elevado número de homicidios en México. No obstante, después de grandes deterioros en sus tasas de homicidio entre 2015 y 2018, el país registró su tasa más alta a mediados de 2018 y desde entonces la pauta de homicidios se ha mantenido e inclusive bajado ligeramente. La siguiente gráfica demuestra la tendencia mensual de homicidios.